lunes, 25 de febrero de 2013

La inteligencia emocional en la empresa I


‘La inteligencia emocional es dos veces más importante que las destrezas técnicas o el cociente intelectual para determinar el desempeño de la alta gerencia’. Daniel Goleman

Gracias a la gente que me rodea recibo aportaciones para mi blog, gracias Lola. Así, hoy me gustaría hablar de la importancia de la inteligencia emocional en la empresa.

Es verdad que desde que Daniel Goleman publicó su libro sobre inteligencia emocional en el 1995, la gente desconocía que este concepto es mucho anterior. De hecho se piensa que el concepto lo "crea" D. Goleman.

En realidad este concepto lo acuñan Peter Salovey y el Dr. John Mayer, en el 1990. Pero evidente no son los únicos que han trabajado en este concepto, ellos son los primeros que lo denominan "Inteligencia Emocional".

Sin duda, este concepto da una vuelta de tuerca a la interpretación de la conducta humana. Y sobre todo, aplicado a la empresa es una fuente importante para una nueva visión sobre la gestión de los recursos humanos.

¿Qué es inteligencia emocional?


El nuevo concepto que da respuesta a éste y otros interrogantes es la inteligencia emocional, una destreza que nos permite conocer y manejar nuestros propios sentimientos, interpretar o enfrentar los sentimientos de los demás, sentirnos satisfechos y ser eficaces en la vida, a la vez que crear hábitos mentales que favorezcan nuestra propia productividad.

Otras habilidades que caracterizan a la inteligencia emocional son: motivación y persistencia en los proyectos, resistencia a las frustración, control de los impulsos, regulación del humor, desarrollo de la empatía y manejo del estrés.

A modo de resumen, podemos definir las diferentes áreas de Inteligencia emocional en el siguiente cuadro:

 
En este cuadro aparece otro concepto “competencia”. El término competencia emocional se refiere a la "una capacidad adquirida basada en la inteligencia emocional que da lugar a un desempeño sobresaliente". Si lo relacionamos con el mundo laboral es la capacidad adquirida que nos lleva a un desempeño en el puesto de trabajo excelente.
De esta forma la inteligencia emocional nos lleva a la posibilidad de desarrollar o mejor dicho, entrenar, determinadas competencias en nuestros trabajadores para su mejor desempeño.
En este punto es donde la formación es importante, desde el momento que se detecta una necesidad por una evaluación del desempeño o incluso desde el propio proceso de selección de personal. En toda la trayectoria del trabajador, desde el momento que inicia el proceso de selección hasta que deja la empresa, la formación en habilidades es determinante para el logro de los objetivos tanto del trabajador como de su departamento o hasta los objetivos de toda la empresa.

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