viernes, 8 de marzo de 2013

Autorregulación emocional

La autorregulación la podemos definir como la habilidad para controlar y redirigir impulsos y estados de ánimo. Pensar antes de actuar. Resistir la tentación. 

Existe un error de concepto sobre autoregulación o control emocional, porque por control no podemos entender que hay que ahogar o reprimir las emociones, sino regular, controlar o eventualmente modificar estados anímicos y sentimientos - o su manifestación inmediata- cuando éstos no son adecuados en una situación dada.

La autorregulación implica que manejas tus emociones para que faciliten la tarea que estas llevando a cabo y no interfieran con ella; eres consciente y no necesitas refuerzo constante en tu búsqueda de objetivos; eres capaz de recuperarte fácilmente del estrés emocional.


Competencias emocionales de la autorregulación:


1.  Autocontrol: Mantiene bajo control las emociones o impulsos conflictivos:

  • Gestionas adecuadamente tus sentimientos, impulsos y tus emociones conflictivas.
  • Piensas con claridad y permaneces concentrado/a pesar de las presiones.




2. Confiabilidad: Eres confiable o responsable cuando:
 
  • Tu honradez y sinceridad proporciona confianza a los/as demás.
  • Eres capaz de admitir tus propios errores y no dejas de señalar las acciones poco éticas de los/as demás.



3. Integridad: Eres íntegro cuando:









  • Cumples con tus compromisos y tus promesas.
  • Te responsabilizas de tus objetivos.
  • Eres organizado/a y cuidadoso/a en tu trabajo.





4. Innovación y adaptabilidad: Te mantienes expectante a las ideas y a los enfoques nuevos, y suficientemente flexible como para responder rápidamente a los cambios:
  • Aportas soluciones originales a los problemas.
  • Adoptas nuevas perspectivas y asumes riesgos en su planificación.
  • Manejas y reorganizas prontamente las prioridades y eres capaz de adaptarte rápidamente a los cambios.
  • Adaptas tus respuestas y tácticas a las circunstancias cambiantes.
  • Flexibilizas tu visión de los acontecimientos.

Ahora bien, todas  estas capacidades no salen de la nada, implica una forma de pensamiento y de acción. Implica una capacidad que se puede entrenar.

Como en el post de Autoconciencia, veremos más adelante cómo de forma práctica y sencilla se pueden poner en marcha mecanismos que nos ayuden a que nosotros mismos o las personas a nuestro cargo puedan autorregular adecuadamente sus emociones y las gestiones para la eficacia en el trabajo.

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