La motivación es un concepto que se define como aquello que nos mueve a la acción. Existen variables que influyen en la activación, dirección, intensidad y coordinación del comportamiento que nos lleva a intentar lograr determinadas metas. Sin entrar en la descripción de teorías de motivación, nos centraremos en el desarrollo de las competencias relacionadas dentro de este bloque.
La automotivación o motivación de uno mismo hace referencia a las metas relacionadas con una motivación intrínseca (por la actividad en sí) y no por una motivación extrínseca (por el prestigio o la recompensa). Así mismo, las actividades que tienen un nivel intermedio de dificultad y desafío estimulan una mayor motivación intrínseca.
En el desarrollo de habilidades, la capacidad de dar un feedback efectivo es uno de los aspectos más importantes y motivantes que nos llevan una buena gestión de los equipos. Es importante que la retroalimentación sea frecuente, clara y constructiva. Si tenemos en cuenta el tipo de motivación, la dificultad de los retos y como tenemos que retroalimentar al resto del equipo estaremos estableciendo las bases para ser buenos gestores de equipos.
Además, si somos conscientes de nuestras emociones y de las tendencias a la acción que generan, seremos más capaces de utilizar esta motivación para reorientar nuestros propios estados de ánimo y esta energía para orientar nuestra conducta para lograr metas.
La automotivación o motivación de uno mismo hace referencia a las metas relacionadas con una motivación intrínseca (por la actividad en sí) y no por una motivación extrínseca (por el prestigio o la recompensa). Así mismo, las actividades que tienen un nivel intermedio de dificultad y desafío estimulan una mayor motivación intrínseca.
Además, si somos conscientes de nuestras emociones y de las tendencias a la acción que generan, seremos más capaces de utilizar esta motivación para reorientar nuestros propios estados de ánimo y esta energía para orientar nuestra conducta para lograr metas.
Descripción de competencias:
1. Orientación al Logro: Es aquello que nos impulsa para mejorar o a buscar la excelencia:
- Te orientas hacia los resultados, y desarrollas una motivación muy fuerte para cumplir tus objetivos y tus exigencias.
- No dudas en afrontar objetivos desafiantes y en asumir riesgos calculados.
- Buscas información necesaria para reducir la incertidumbre y descubrir formas más adecuadas de llevar a cabo las tareas en las que te hallas trabajando.
- Aprendes a mejorar tu desempeño.
2. Compromiso: Orientar nuestro pensamientos y acciones con los objetivos de un grupo o de una organización
- Estás dispuesto a actuar para conseguir el objetivo del equipo de trabajo o incluso de la organización
- Recurres a los valores esenciales del grupo para clarificar las alternativas y tomar las decisiones más adecuadas
- Buscas activamente oportunidades para cumplir la misión del grupo.
3. Iniciativa y optimismo: Previsión y persistencia, en el caso de la iniciativa:
- Estar dispuesto a aprovechar las oportunidades
- Persigues los objetivos más allá de lo que se requiere o se espera de uno.
- No dudar en saltarse las rutinas habituales cuando sea necesario para llevar a cabo el trabajo.
- Movilizas y animas a otros a emprender esfuerzos para llegar al objetivo.
- En el caso del optimismo:
- Buscas conseguir los objetivos a pesar de los obstáculos y contratiempos que se presenten.
- Piensas en buscar el éxito no en el miedo al fracaso.
- Entiendes que los contratiempos se deben más a circunstancias controlables que a fallos personales.
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